Nos agarra el sin nariz… Como si no fuese suficiente que el Gobierno, aprovechándose del aparataje del Estado, destruyera casi toda la posibilidad de crecimiento económico a través de sus políticas que no hacen más que asfixiar a la empresa privada. Como si no nos bastase con tener la inflación más alta del mundo; ahora nos llega una propuesta demagoga que pretende hacer que los ojos de los más necesitados se llenen de brillos. Una propuesta que busca convertir la palabra «dólar» en una salvación para quien no tiene cómo estirar el sueldo hasta el fin de mes. Por supuesto, estoy hablando de la Ley de protección del salario que intentan promover desde la Asamblea Nacional, y tristemente aprobada en primera discusión.
Si yo te dijera que existe una propuesta para generar un subsidio al salario de los trabajadores, que sea cubierto por el Estado, ¿qué pensarías? Si te dijera que hay una propuesta para acabar con la inflación basada en soltar más dinero a la calle, sin respaldo, dinero inorgánico que solo serviría para comprar cada vez menos, ¿qué me dirías? Esta idea, por más absurdo que parezca, no viene de Maduro sino de un sector de la oposición que, según lo veo, entiende mucho menos que yo cómo resolver los problemas económicos del país.
Mi mayor preocupación es que teniendo economistas en curules de la Asamblea Nacional, capacitados, con currículos impecables, no hayan sido consultados, y si lo fueron es evidente que han sido ignorados por los propulsores de la pobreza con esta absurda propuesta.
Pero, lo peor, es que parece que ninguno de los propulsores de esa propuesta ha leído algún estudio o informe de otros economistas que se empeñan en informar, hasta con muñequitos de papel, lo que es evidente: el salario no rinde, porque la inflación está descontrolada. La inflación está descontrolada gracias a los controles de precios que, a su vez, generan desabastecimiento y escasez. No es la primera vez que pasa, ni en Venezuela ni en el mundo. La solución no está, según creo, en dolarizar la economía porque la matemática es sencilla: la conversión no será 1 a 1. Y, seamos sinceros, nuestra economía ya está dolarizada, así que si hacen el cálculo sencillo a la última tasa de Dicom pueden ver que su sueldo seguirá siendo una miseria y los precios inalcanzables.
Esta Ley no es más que otra falsa promesa. No estamos preparados para otra desilusión, lo que necesitamos ahora son propuestas que ayuden a la reconstrucción del aparato productivo, que ayudará a generar empleo, alimentos, salud… Progreso de verdad.