• Prioridades inconstitucionales

    Prioridades inconstitucionales
    Fuente: Tal Cual

    El cangrejo Nicolás Maduro no solamente camina para atrás sino que lo hace sin siquiera voltear: En su programa «En contacto con Maduro» utilizó como insulto contra gobernadores y alcaldes de oposición la palabra «autista», haciendo alarde de su compleja e infinita ignorancia. Es grave que un ser tan escaso de sesos tenga tanta vocería. No hay campaña anti bullying que pueda contra la siembra de prejuicios desde el palco presidencial (ni hablar del manejo de un país). El Gobierno en su hegemonía comunicacional y de poder es un gran rebobinado. ¿Cuál es el mérito de los Cabello para ocupar un cargo público? Sin sin entender; por más que lo intente, cómo el hermano de Diosdado puede cerrar las puertas del Seniat para negar la entrega de una solicitud de fondos para jubilados y pensionados, y además, armar un show de una supuesta violencia – que luego sería desmentido con fotos de los que asistieron a dicha entidad – puras señoras que, seguramente, lo más rebelde que pudieran hacer es asistir a una bailoterapia a escondidas.

    Mientras el mundo avanza, Venezuela se sumerge cada vez más en la miseria de la demagogia. Otras fronteras discuten el matrimonio igualitario, la separación de poderes, dan lugar a los juicios políticos, se discute con preocupación los derechos de los animales… En fin, parece un escenario tan lejano cuando desde todos los flancos ponen obstáculos: en un muchos casos mentales, de prioridades y ahora inconstitucionales.

    Mentales: sin profundizar tanto, el ego socialista que obliga a Maduro a dirigir el curso del país al abismo, con tal de no caer en contradicciones ideológicas, lo mantienen preso de un proceso para permanecer libre de ser juzgado. Una paradoja única que cargará consigo hasta después de la muerte en los libros de historia.

    De prioridades: ese fetiche de los políticos por ver quien masturba mejor la psique religiosa del pueblo con imágenes y actos que alaban a Dios, dejando lejos la posibilidad de tener un verdadero Estado laico. No obstante, han preferido debatir discursos del Papa en vez de darle cabida a los derechos LGBTI en la Asamblea; o construir una Virgen – de no sé cuántos metros – con el dinero del Estado, en vez de comprar medicamentos que tantos venezolanos implorar conseguir para enfermedades graves.

    Lo inconstitucional: desde un TSJ puesto a dedo por conveniencia del Ejecutivo – que además refuerza la injerencia en el tema judicial – por sobre una Asamblea electa legítimamente con nuestros votos que desarticula cualquier avance en la reconstrucción democrática de Venezuela, ¿cómo? Cuando el Ejecutivo crea la comisión de la verdad conformada por los verdugos políticos del PSUV, retrasando así el efecto de la Ley de Amnistía.

    Hablé del Estado, de la oposición y del oficialismo pero no de los ciudadanos: demos siempre de qué hablar; la constitución nos ampara.