A los efectivos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) no les importó violar la Constitución y las leyes venezolanas, y decidieron desenfundar sus pistolas para abrir fuego contra manifestantes opositores que se encontraban refugiados en el centro comercial Ciudad Tamanaco (CCCT), al que huyeron de la represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que los atacó previamente con bombas lacrimógenas para impedir que se congregaran en la autopista Francisco Fajardo.
La estación de gasolina de PDVSA que se encuentra frente a una de las entradas del CCCT, sirvió como trinchera para cuatro funcionarios del Conas, que al percatarse de la presencia de opositores en el centro comercial, comenzaron a disparar de manera frontal, como si de secuestradores se tratase, pudiendo haber herido tanto a quienes participaban en la protesta como a periodistas y transeúntes.
En medio del tiroteo, algunas personas decidieron correr, mientras que otras prefirieron tirarse al suelo. «Asesinos, cobardes», les gritaron a los uniformados, que enseguida pudieron escapar tras ser auxiliados por un contingente de motorizados, que se dirigieron hacia la Francisco Fajardo con dirección a La Carlota, donde sus posibles víctimas pretendían plantarse durante 12 horas para expresar su rechazo al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Ya sin la presencia de los pistoleros, testigos recolectaron seis casquillos de bala, aunque periodistas de El Nacional Web llegaron a contabilizar más de diez disparos, que por suerte para los ciudadanos, no causaron heridos.
De los cuatro efectivos del Conas que dispararon contra civiles desarmados, al menos tres utilizaron sus armas de fuego. Uno de ellos tenía el rostro cubierto, pero ninguno tuvo disimulo a la hora de utilizar su armamento a plena luz del día, a pesar de la presencia de diputados a la Asamblea Nacional que se hallaban en el lugar, como Juan Andrés Mejía, Juan Requesens y José Manuel Olivares.
Y es que aunque lograron escapar, en el lugar se les cayó una boleta de comisión que los dejó identificados. En el operativo participaron, según la papeleta, los funcionarios Teherán Rendeña, Rincón Parra y Barrera Rodríguez, con sus respectivas cédulas de identidad.
Si se cruzan los datos con la página del Consejo Nacional Electoral, la segunda de ellas coincide el número de Miguel Ángel Rincón Parra. El resto no se pudieron constatar en la plataforma del CNE debido a que las cifras, escritas a puño y letra, resultaron ininteligibles.
Todos forman parte activa del Conas, siempre de acuerdo con el documento que quedó tirado en las inmediaciones de la gasolinera.
Desde comienzos de abril, cuando estallaron las protestas contra Nicolás Maduro, en Caracas no se habían registrado a uniformados disparando con armas de fuego durante manifestaciones.
No obstante, la acción de colectivos con pistolas sí había quedado en evidencia, como ocurrió en abril en las inmediaciones del Sambil La Candelaria, al oeste de la ciudad, y Colinas de Bello Monte, al este de la capital.
Ni siquiera los disparos del Conas bastaron para que la GNB dejara de disparar bombas lacrimógenas y perdigones contra el CCCT, que fue epicentro del plantón en el este de Caracas.
Más temprano se registraron robos a transeúntes, agresiones a periodistas y daños a la estructura del centro comercial.