Mientras el país se tambalea entre la desidia, la pobreza, la muerte y el desprecio del poder, nacen interrogantes a cada minuto. No podemos evitar revivir nuestro primer guayabo cuando por las noches no conciliábamos el sueño pensando si la otra persona aún nos quería o si ya estaba con alguien más: básicamente, así vivimos. La primera y más recurrentes es, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo van a seguir estos tipos en el Gobierno?, y es que nadie puede entender cómo unos dirigentes que lo que han hecho es destruir el país desde todas sus aristas, pueden seguir con la frente en alto ocupando cargos públicos. También nos atormentan cosas como, ¿qué hace Tareck El Aissami haciendo anuncios que corresponderían a Maduro? ¿Acaso están preparando la carrera presidencial ante un revocatorio exitoso? Este no es mejor en comparación con la otra posible propuesta de Rodríguez Torres como dirigente. ¿Hasta cuán el militarismo, la bota y la presión en el ejecutivo?
Los pocos que notamos con gran alerta que lo que ocurre es sistemático, nos cuestionamos diariamente: ¿Cómo los demás no se dan cuenta de que lo que pasa es completamente intencional? Que nos quieren brutos, desnutridos, hambrientos, ignorantes, sumisos, temerosos… Que les resulta más eficaz matar a sus contrarios en los úteros de sus madres, en los pabellones contaminados de los hospitales del infierno, o incluso, antes de siquiera ser concebidos en el día a día de «Venezueliztan» ¿Cómo nos calamos esta situación? ¿Por qué permitimos que esto sucediera? ¿Cómo pasó?
Pasan tantas cosas – tan seguidas – que la mente no logra concentrarse, solo acumula preguntas cada vez más tormentosas: ¿por qué Maduro al terminar el decreto de emergencia económica no hizo tanta bulla como cuando quería implementarlo en principio? Porque sus objetivos, eliminar la escasez y el bachaqueo, fueron rotundos fracasos, ya que los problemas no se terminan con los síntomas sino con la raíz de los mismos. Esa raíz, es el Presidente y el modelo corrupto de Chávez.
Muchos dicen que esto es una causa perdida. La mayoría recomienda irse fuera de nuestras fronteras pero, ¿Venezuela tiene recuperación? Claro que sí, aunque muchos quieran hacer creer que no, escudándose en que somos los venezolanos el problema cual el verdadero culpable de este desastre está muerto, pero metafóricamente vive en cada funcionario corrupto, mezquino, indolente y criminal que nos gobierna. Sacarlos de Miraflores es sacar a Venezuela adelante y todos debemos poner nuestro granito de arena: trabajando duro e inculcando valores, alguien dijo una vez quizá no debemos darle un mejor a nuestros hijos sino mejores hijos al mundo.