• Fanzine Nº 0

    Desde el momento en que nos levantamos, sin quitar las lagañas de nuestros ojos, bombardeamos nuestra psiquis con el contenido de un aparato celular. La luz incandescente penetra la córnea hasta violar la corteza cerebral y empieza a inyectar información negativa de todas las tragedias que el momento histórico por el cual atraviesa Venezuela nos brinda. Es, simplemente, una sobredosis de miseria, hambre, pobreza, corrupción, mezquindad, desesperación y muerte. Sangre, linchamiento, robo, asesinato, políticos presos por actuar, presos endiosados por matar. ¡Boom! Lo estoy haciendo otra vez, estoy vaciando todo lo que destruye en estas primeras líneas para que en las siguientes paginas puedas disfrutar lo que construye, lo que hace un país, que aunque muchos equivocados piensen, no se basa en su geografía sino en su gente: El Ávila, las playas, el clima o el salto Ángel no nos definen, es un mapa, es todo y es nada en esta coyuntura tan complicada. Las mujeres más bellas es sólo genética, y un poco de estética. En cambio la República es de la inteligencia, del ser humano, de la convivencia, de la idea, del pensar, de expresarla, de alimentar el alma y sembrar conciencia.

    Es por eso, que no podemos hablar de la crisis humanitaria en salud, promovida desde el Estado, sin mencionar a Doctor Yaso. Y es que, son culpables, culpables de brindar sonrisas a los niños que en hospitales, privados de cualquier solución médica a su padecimiento, pasan sus días más oscuros riendo con el Dr. CasiMiro. O cómo tratar el tema de la fuga de cerebros sin hablar con Alicia Hernández, quien hace mucho escapó su periodismo nativo en España para instalarlo en Venezuela. Es complicado abordar el tema del embarazo adolescente sin contar que con la lírica del rap, la fundación ArmoCultura enseña cómo evitar que te llamen papá o mamá sin siquiera ser mayor de edad. A veces nos frustramos con la delincuencia, sobre todo con su desenlace y es por eso que conversar con Roberto Patiño nos lleva a entender a Caracas como nuestro convive, mi convive, donde del mayor dolor podemos transformar el odio en acciones positivas. En fin, eso hacemos, en estas páginas, en radio con lo mejor de la música con actitud, en televisión, por nuestra APP, redes, en las organizaciones y en todos lados. Sabemos que has oído hablar de los problemas, nosotros te enseñamos quienes plantean soluciones. Somos el grito del que no tiene voz… somos Humano Derecho.

    Por Melanio Escobar – @MelanioBar