Es que parece que mientras más extraño y dudoso es el perfil, hay que darle un mejor rango al personaje dentro de las filas del régimen chavista que tiene, bajo la bota militar, las libertades de los venezolanos. No veo dentro de cuál contexto se puede considerar como una acción lógica designar como ministro de Interior Justicia y Paz a alguien que está siendo acusado de narcotráfico en un tribunal de Nueva York en los Estados Unidos, y aún cuando partamos del principio de la presunción de inocencia, deberían al menos esperar a que a uno se le olvide. Pero van de frente. No les importa lo que se diga con tal de que los ciudadanos sigamos padeciendo de esta pesadilla que ellos llaman la «revolución bonita».
Los milicos a los cuarteles. Basta de usurpar papeles de los civiles y seguir permitiendo que sacien sus carencias con la golilla del poder. Los ciudadanos estamos cansados de que los militares estén al mando de las políticas, que al final del día, pueden ser decisivas en temas de vida o muerte. Ya las pruebas me remito. No es por hablar tonterías, pero por ese ministerio mencionado arriba, en 17 años han pasado, con Néstor Reverol contado, 12 de estos carajos que visten de verde oliva, resultando en 24 planes de seguridad fallidos. Ni siquiera voy a poner números. No son necesarios en un país donde todos vivimos con miedo y donde ninguno se ha salvado del hampa. Es que lo más preocupante del caso es que Reverol, de lo que está siendo acusado, es de haber aceptado dinero del narcotráfico para que, desde su puesto de poder en la ONA, facilitara el tráfico de la coca hasta el país del norte -que en el régimen- dicen que tanto odian. También hay que destacar que el presidente Nicolás Maduro en su alocución nacional, le ha echado flores y fanfarrias al protagonista de esta historia, como el ganador del récord Guinness atrapando a traficantes de droga; como un sujeto intachable en la lucha contra el psicotrópico y que esto es solo un ajuste de cuentas por el alto honor que derrocha. Vamos a darle al beneficio de la duda en este caso, que la corte demuestre lo contrario, es más, me ofrezco a comenzar una colecta para regalarle el pasaje a Nueva York y que pueda demostrar su inocencia.
Al final de este tema, tenemos que entender el reto histórico que esta nación enfrenta. Estamos ante un narco Estado, donde el más pendejo ha sido acusado de algo: desde los sobrinos de la primera dama, la que supuestamente pila el maíz en casa para hacer arepas (y esos cuentos cínicos que al Presidente le encanta soltar como perla) mientras que el hambre azota a la población entera. Es por esto, y mucho más, es por sus crimines que el poder no quieren soltar. Así que como civil les digo, tenemos que poner la frente en alto, tenemos que hacerle entender al Estado, con nuestros gritos fuertes y claros, que el revocatorio sí se dará este año, que no es un asunto de la Mesa de la Unidad contra el Gobierno, que no es un capricho de Capriles, López o Allup; que es nuestro derecho, que es lo que queremos y que ningún criminal de saco nos va a seguir quitando el presente y futuro a pedazos.