Categoría: Prensa

  • Entren que caben 100

    En el marco de la exhibición Maniesto país y bajo el compromiso social de transformar la reexión en acción, la Sala Mendoza conjuntamente con la plataforma web Entren que caben 100, llevará a cabo el encuentro “Voluntades que construyen un país”, evento que se efectuará este miércoles a las 10:00 am, en el Paraninfo Luisa Rodríguez de Mendoza.

    Entren que caben 100 es un proyecto de las emprendedoras venezolanas Tibisay Guerra y Maiskell Sánchez, cuyo objetivo es ser la voz de aquellos que ayudan diariamente con su trabajo desinteresado a la sociedad. La Sala Mendoza en alianza con esta iniciativa, convoca a este encuentro que promueve la civilidad y convivencia en pro del impulso de nuestro país.

    El evento contará con la participación del reconocido escritor y poeta Willy Mckey como presentador. McKey y el resto de las voces invitadas, ofrecerán una breve intervención que resuma el testimonio de su trabajo para la construcción de la Venezuela posible. Los comunicadores sociales Melanio Escobar, Alicia Hernández y Donaldo Barros; el escritor Héctor Torres, el poeta Alejandro Castro y el reconocido caricaturista Eduardo EDO Sanabria estarán presentes junto a algunos representantes de la comunidad unimetana: los estudiantes Andrés Nasser y Rodrigo Gil (Proyecto Suma), David Rodríguez (Proyecto

    Logia) y las profesoras María Alejandra Aguilar y Angelina Jaé. Además, Laura Guevara y Bartolomé Díaz junto a Andrés Barrios y el grupo de becarios Musicum, intervendrán musicalmente.

    Voluntades que construyen un país será un espacio de reexión que servirá para que nos rencontremos como venezolanos, destacando el aporte que todos podemos hacer desde nuestro campo de acción para un mejor país.


  • Medida sustitutiva de libertad para 79 manifestantes

    Medida sustitutiva de libertad para 79 manifestantes

    La sentencia establece medida Sustitutiva de Libertad, numeral 9. «Significa que no se presentarán ante tribunal a menos que sea requerido»

    Los 79 jóvenes que habían sido detenidos durante protestas de este miércoles en la ciudad capital, fueron liberados informó el periodista independiente Melanio Escobar.

    Según publicó en su cuenta en Twitter, el Ministerio Público pre calificó como: Instigación Publica, Agavillamiento y Resistencia a la Autoridad. La sentencia establece medida Sustitutiva de Libertad, numeral 9. «Significa que no se presentarán ante tribunal a menos que sea requerido», reportó.

    La defensa fue asumida por UCAB, Colegio de Abogados de Caracas, Foro Penal, MUD, USM, UCV Unimet y Fundeci.


  • Medida sustitutiva de libertad para 79 manifestantes

    Medida sustitutiva de libertad para 79 manifestantes

    La sentencia establece medida Sustitutiva de Libertad, numeral 9. «Significa que no se presentarán ante tribunal a menos que sea requerido»

    Los 79 jóvenes que habían sido detenidos durante protestas de este miércoles en la ciudad capital, fueron liberados informó el periodista independiente Melanio Escobar.

    Según publicó en su cuenta en Twitter, el Ministerio Público pre calificó como: Instigación Publica, Agavillamiento y Resistencia a la Autoridad. La sentencia establece medida Sustitutiva de Libertad, numeral 9. «Significa que no se presentarán ante tribunal a menos que sea requerido», reportó.

    La defensa fue asumida por UCAB, Colegio de Abogados de Caracas, Foro Penal, MUD, USM, UCV Unimet y Fundeci.


  • Venezuela contra los jóvenes

    Venezuela contra los jóvenes

    Despues de dibujar una cartulina con la palabra «Libertad» en letras amarillas, azules y rojas, Geraldine Moreno bajó de su departamento y con cuatro amigos se quedaron en la vereda, frente a su edificio, sumándose al resto de los vecinos del barrio que habían salido a las calles de Naguanagua, un municipio tres horas al oeste de Caracas. Eran las 8 de la noche del 19 de febrero y estaban protestando, como en el resto de las ciudades de Venezuela, contra la inseguridad, la inflación y el desabastecimiento de comida y medicamentos, cuando por la esquina apareció una brigada antimotines de la Guardia Nacional armada con gases lacrimógenos y escopetas con perdigones de goma y metal, disparando contra la gente. 

    La turba empezó a correr para resguardarse, pero mientras trataba de escapar, Geraldine se tropezó y cayó. El aire se había nublado por los gases y, cuando Geraldine se quiso levantar, un militar le disparó en la cara. Con la cara destrozada, la llevaron a un hospital donde la operaron dos veces, pero murió tres días después: la descarga del arma le había desprendido el cerebro y uno de sus globos oculares. 

    Geraldine tenía 23 años, estaba cursando quinto año de biología celular, entrenaba para jugar los clasificatorios de fútbol de salón de la Universidad Arturo Michelena y fue la segunda joven asesinada en el estado de Carabobo en menos de una semana. El 19 de febrero, Genesis Carmona, una chica de 22 años que estudiaba marketing y había sido elegida Miss Turismo Venezuela, había muerto de un disparo en la cabeza después de que una brigada motorizada de autodefensa del Gobierno -los denominados «circulos bolivarianos», formados para «hacer cumplir el plan de la patria»: más de 2,3 millones de civiles en el territorio venezolano, que la oposición asegura están armados- embistiera a balazos contra una concentración opositora. Desde su cuenta de Twitter, el gobernador Francisco Ameliach había llamado a que los partidarios del chavismo prepararan el «contraataque fulminante a los fascistas». 

    Desde entonces, en otras veintitrés ciudades venezolanas, miles de jóvenes universitarios salieron las calles a protestar contra la represión y una espiral de violencia que se había empezado a encender unos días antes en San Cristóbal, la capital del Táchira, una provincia a 800 kilómetros de Caracas, después de que intentaran violar a una chica en la Universidad de Los Andes el 12 de febrero. Sus compañeros habían salido a protestar contra la inseguridad y la policía los reprimió, llevándose detenidos a tres estudiantes por alteración del orden público. Al cierre de esta edición, ya sumaban 31 muertos según la Fiscalíia General y un número indeterminado de heridos. Se trata, en su mayoría, de estudiantes caídos por impacto de bala en enfrentamientos con los organismos de seguridad del Estado. Y la Comisión de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello registró más de 1.600 detenciones desde el 12 de febrero: casi todos estudiantes, acusados de cargos como asociación para delinquir, conspiración y alteración del orden público. El periodista Melanio Escobar integra esa comisión y cuenta que cuando los jóvenes son aprehendidos, no los dejan comunicarse con un abogado o sus familias durante las primeras 48 horas, mientras aguardan quedar a la orden del Ministerio Público. La Comisión denunció treinta casos de torturas a estudiantes detenidos en las protestas y están verificando otros 170. «Tengo seis estudiantes sin respuesta procesal desde el 12 de febrero, que han sido arrodillados durante cinco horas, golpeados y bañados en gasolina para obligarlos a asumir responsabilidades», cuenta Escobar. Entre las denuncias de tortura hay una sobre un estudiante que fue violado con un rifle FAL por un Guardia Nacional.

    Como en las revueltas de Medio Oriente, las redes sociales han tenido un rol fundamental en la crisis para la circulación de información. Los medios audiovisuales, en línea con el Gobierno, no cubren los hechos, de manera que Twitter y Facebook se han vuelto el único camino para difundir las informaciones. Y la respuesta del Gobierno ha sido bloquear intermitentemente, a través del proveedor estatal de internet, el acceso a sitios como Zello, TunnelBear, Twitter o Tuitpic. «A cada conspiración contra la patria, la respuesta será más radicalización de la revolución, declaró el presidente del Parlamento venezolano, Diosdado Cabello, en su programa Con el mazo dando, transmitido en el canal del Estado. 

    «No pedimos la renuncia del Presidente, sino medidas contra la inflación, seguridad en las universidades, cese de la represión y desarme de los grupos paramilitares», explica Juan Requesens, estudiante de Ciencia Política y presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central. «Seguiremos en la calle hasta que nos den respuestas, las muertes de nuestros compañeros en las protestas no quedarán impunes».

    Pero el gobierno hasta ahora sólo ha reprimido y criminalizado las protestas. «La cárcel le espera a los fascistas que perturben la paz», declaró el presidente Nicolás Maduro tras los disturbios, y después acusó a la derecha de instigar su derrocamiento, aunque su partido controla el Poder Legislativo, el Judicial y, salvo en tres provincias, todos los gobernadores están de su lado. 

    El 13 de febrero, mientras varias universidades se unían a las protestas pidiendo la liberación de los estudiantes, la respuesta del gobierno fue militarizar San Cristóbal con tanques y efectivos armados. Sin embargo, ver hombres de verde en las calles no es raro en Venezuela. En el supermercado los militares requisan a la gente al entrar y, al salir, verifican que nadie haya comprado más de lo permitido. 

    Antes de su último viaje a Cuba, ya agonizante por su cáncer, Hugo Chávez se encargó de señalar a Maduro como su sucesor. Tras su muerte, el 5 de marzo de 2013, con el lema «Chávez, te lo juro, mi voto es para Maduro», su elegido ganó las elecciones presidenciales de abril por apenas el 1,49 por ciento de diferencia frente al opositor Henrique Capriles.

    Y aunque Maduro trató de recrear la mística chavista diciendo que el ex presidente le había hablado a través de un pajarito, por ejemplo, la economía siguió descontrolándose. Durante los catorce años de Chávez en el poder, el precio del petroleo -casi el único recurso de producción naciona-l fluctuando alrededor de los 115 dólares por barril contuvo a una sociedad cuya ciento de los bienes de consumo. Sin embargo, desde que asumió Maduro, el erudo fue bajando su cotización y no se vende a más de 100 dólares, obligando al Gobierno a reducir las importaciones, llevando a la desaparición de insumos básicos como papel higiénico, leche, carne o azúcar. Además, la economía alcanzó precios inflacionarios sin precedentes en la historia de Venezuela: en enero del año pasado, un kilo de cebollas costaba 20 bolivares (3,2 dólares), a fines de marzo costaba 110. 

    El paisaje se completa con la expropiación de empresas privadas, el cierre de medios de comunicación criticos al chavismo -más de 48 frecuencias radiales que pasaron a manos amigas del Gobierno, o la compra de canales como Globovisión en 2013- y la inseguridad. Según cifras ocurrieron 24.763 homicidios sólo en 2013: unos 79 por cada 100 mil habitantes. Y el Ministerio de Interior y Justicia ha admitido que el 93 por ciento de los casos nunca se resuelven. 

    Víctor Alfonso, militante de la juventud del Partido Socialista Unido, dice que los opositores exageran. «Yo miro bien las razones de la protesta opositora y en Venezuela hay libertad de expresión, que ellos [los opositores] están ejerciendo con violencia, matando personas», sostiene. Y se pregunta por qué quienes hoy adversan a Maduro, no manifestaban cuando «había fosas comunes y [el ex presidente venezolano en 1974 y 1989] Carlos Andrés Pérez mandaba a retirar los periódicos que publicaban la cantidad de muertos».

    En los últimos diez años, en Venezuela han ocurrido frecuentes movilizaciones en rechazo a la gestión chavista. De las más severas, las de 2007: cuando las calles se Ilenaron de gente para repudiar el cese de la concesión al canal RCTV. Antes, en abril de 2002, Chávez había sido victima de un golpe de Estado cuando -en pleno paro nacional- el entonces ministro de la Defensa, Lucas Rincón, anunció en cadena televisiva que «se le solicitó al Presidente la renuncia a su cargo, la cual aceptó» y los militares disidentes instalaron un Gobierno de facto encabezado por Pedro Carmona, dirigente empresarial en ese momento. 

    Y aunque Maduro ha acusado a los estudiantes que se manifiestan de ser partícipes de «un golpe de Estado en desarrollo», cada vez más sectores de la sociedad venezolana se han adherido a las protestas. «Músicos de todo el país están en los autobuses, en las plazas y donde haga falta, protestando sin violencia y buscando fortalecer el tejido social desde el campo cultural», dice Félix Allueva, representante del movimiento «Músicos en la calle», que salió a apoyarlos. Pero tal vez el caso más notable sea el de Horacio Blanco, frontman de Desorden Público, una mítica banda venezolana de ska, conocida por sus letras contestatarias desde que fue fundada en 1985. Aunque ha sido un aliado del chavismo y ha participado en shows organizados por el Gobierno, en los últimos días, en su cuenta de Twitter escribió: «Ver policías/militares pateando estudiantes fue algo que me indignó en los 80, en los 90, en los 2000 y también HOY». 


  • Venezuelan Dispatches: Tracking Detainees and Food Shortages

    Venezuelan Dispatches: Tracking Detainees and Food Shortages
    Fuente: Splinter

    Fusion’s Mariana Atencio has been reporting on the increasingly violent protests that have been sweeping across Venezuela over the last few weeks. Atencio is from Caracas, the capital, and this is the first time she has been back for reporting in over a year.

    Here she shares some of her experience, and the conversations she’s had with student protesters, parents, and those caught in the middle.

    Before the sun rises in Caracas, you can already see lines outside the supermarkets, even in upper class neighborhoods. Venezuela has experienced huge product shortages in the last few months. Butter, milk, chicken, cooking oil and flour are the hardest items to find. There’s also a big shortage of toilet paper, so I’ve been carrying a roll in my purse for the crew.

    The official exchange rate is a dollar for 6,30 Venezuelan Bolivares, but the black market exchange rate is 87 Bs. That makes for more than a 1,000% difference between official and backdoor ways of navigating currency exchange. This made for some confusion when one of our producers, Jesus Ayala, was trying to pay for our hotel.

    Dr. Jorge Hernández works in Salud Chacao, the only free hospital in the area where the protests have occurred. He told me about how last week he watched a student die from a bullet wound to the head.

    I have met countless student activists in the streets, like newfound friends Melanio Escobar and Laura Solórzano. They have been keeping track of fellow students who have been detained by the police. When they get a name of someone who has been arrested, they help communicate what has happened to the families, and help put them in touch with lawyers.

    Melanio told us about how he is dispersing this vital information on Twitter and about why people care so much about those who get detained.

    Laura has started publishing the names and statuses of detained Venezuelans on her blog. At the time that we were talking, she estimated that she had coordinated with the families and lawyers of about 45 detainees.

    But the true pulse of the protests can be felt after nightfall.

    Plaza Altamira functions like Venezuela’s Tahrir Square, where students meet at night to discuss the next day’s protests and keep the revolt alive. Students there told me that they use it as a base to organize, as well as for distributing basic medical supplies and improvised teargas remedies like Maalox and vinegar.

    But you would never know of what is going on in the streets if you were only watching TV. Our crew stopped by a popular cafe where we caught a glimpse of what the state controlled media outlets were focusing on. Hint: there was barely a word on the tear gas being lobbed at protesters just a few blocks away.

    Before our crew hits the streets, our cameramen suits up like he is going into a war zone.

    The funeral of opposition member Robert Redman, who was killed during protests last Wednesday, was a reminder that you can never be too safe out there.

    Mariana Atencio is a globetrotting host and correspondent at Fusion. She is a Peabody, Investigative Reporters and Editors, and Gracie award-winning journalist covering stories that matter to real people.


  • Melanio Escobar es más influyente en Twitter

    Melanio Escobar es más influyente en Twitter
    Fuente: Bravísimo

    Melanio Escobar, con apenas 24 años, escribe para la revista digital www.razormonkey.com. es asesor de Urbe, productor de Comegato Producciones, ha trabajado en radio, televisión y ha animado eventos. También es músico: «tengo mi banda que se llama EstuprOi y es de Hardcore punk». Actualmente está un poco alejado de los medios porque quiere terminar su carrera de Comunicación Social, que ya está en la recta final. 

    Su cuenta Twitter es @Melaniobar, tiene unos 3 mil seguidores, y es una de las personas más influyentes del Twitter en Venezuela, por encima de personalidades con decenas de miles de seguidores, «el secreto está en la cantidad de menciones y retwitts (RT) que hagan, haciendo una cadena de hasta 50 mil tweets de tu tweet», así lo explica Melanio, además, su público son chamos que están más pendientes de su Twitter. 

    Este rockero lleno de tatuajes, con túneles y piercing, es un chico muy lindo, súper dado, súper conversador y nos dijo cosas interesantes, aquí te decimos algunas: Comegato Producciones está maquinando una gira Latinoamericana con AFI.

    En sus tweets también habla de política, porque cree que los jóvenes deben preocuparse de lo que está pasando en el país sean del bando que sean. Como persona, involucrada con casi todos los medios de comunicación y las distintas productoras de eventos, le llegan todos los chismes, él los lanza pero no puede confirmar nada. 

    Afirma que la gente no debe tomarse los tweets tan a pecho, uno que causó polémica fue «así es Venezuela, hola quincena, hola Sambil, chao quincena»… ¡es un chiste! concluyó.Le gusta Sake bar porque es un local que le abre las puertas a las bandas sin protocolo y Bo Café, porque es al aire libre y ponen rock.

    Para sorpresa nuestra, le gusta la música latina, aunque no la tiene en su iPod, sabe bailar salsa y el merengue estilo Proyecto Uno y Sandy Papo. 

    Sobre el género reggaetón nos dijo «el trabajo de Daddy Yankee es impecable, Chino y Nacho hacen un trabajo de composición lírica muy bueno, Oscarcito de (Lsquadron), era rockero, él era baterista de una banda, llegó a tocar en un Festival Nuevas Bandas, es tremendo músico y compositor, quizás se dio cuenta de que puede componer este género nuevo y que podía pegarlo y hacer dinero, que es algo completamente válido, y el chamo de hecho es la cabeza de Franco y Oscarcito, porque Oscarcito es el que compone, es el que canta, es el que hace todo, de hecho ‘se rumora’ que ellos estuvieron a punto de en realidad separarse… Oscarcito se enfadó porque él es el que lleva todo… ¡Qué tal! 

    Entre las bandas nacionales recomienda Telegrama, Viniloversus, The Asbestos, Los Mesoneros, Primera Edición, Marilanne y Sónica.


  • Biophobia

    Biophobia

    Fuente: Tatú Life

    Es una banda se establece a mediados de Marzo del año 2001, desde sus inicios desarrolla un concepto musical de rock agresivo que a la vez resulta digerible, fusionando ritmos enmarcados dentro del género del metal y el hardcore punk con matices que cada uno de sus miembros imprimen dando una personalidad particular a su música, influenciados por bandas como Pantera, Sepultura, Slayer, Metallica, Biohazard, etc., sus líricas están cargadas de vivencias de la cotidianidad y hacen reflexiones que llaman a la rectificación de errores cometidos por el hombre dentro de un sistema en el que mucha gente quiere demostrar que es más que los demás, sin importar a quien se pueda dañar. 

    A lo largo de su carrera musical se han presentado en ciudades importantes del interior del país como Maracay, Puerto la Cruz, Valencia y Puerto Ordaz y en las principales localidades y festivales de la región capital incluyendo la apertura del show de la banda británica Napalm Death en su visita a Venezuela Biophobia es una de las pocas bandas locales dedicadas al genero metal que ha logrado posicionar un video clip en la rotación del canal televisivo Puma TV con el tema Klon sumado a la radiodifusión en los principales programas especializados en el rock en todo el país y el exterior.

    Es una banda marcada por la calle, lo urbano y lo místico que puede ser Caracas.. eso no se aleja de su cuerpo en ningún momento, la tinta ha formado parte importante de su desarrollo como grupo establecido.

    La piel de estos chicos ha servido de lienzo tanto a tatuadores rudimentarios como para algunos de los más respetados artistas nacionales, quienes han sabido llevar sus ideas a lo hecho de una manera muy particular Walter gangi voz líder de la banda afirma que «ha sido muy difícil estar tatuado desde tan joven, pero no me arrepiento de nada y creo que nunca parare de tatuarme»… por su parte Felipe el guitarrista dice «Empecé ya de grande a meterme con este arte pero voy con todo, quiero conocer nuevos tatuadores y creo que con algunos de Mithos terminare mis trabajos».


  • La irreverencia de los punk

    La irreverencia de los punk
    Fuente: El Nacional

    Se reúnen en locales como El solar del vino, Mantis y La cigarra. Van por la calle con su actitud desenfrenada y una estampa audaz y valiente. «Ser punk es más que una cultura, es un estilo de vida», apunta Leonardo Rojas, estudiante de Comunicación Social y vocalista de Blackout, una banda de hard core punk. Los gustos musicales de los punk son más extensos. Algunos escuchan neo punk, power punk o rock punk. Cuentan que al principio oyen música parecida, y al final cada quien elige el género que más le gusta. 

    Unos llevan zapatos como el tablero de un ajedrez y cortes de cabello tipo cresta; otros, franelas de calaveras o septum (el piercing que va en la nariz); algunas chicas van con cabellos de colores intensos, mini faldas o medias fishnet. Veronica Falcon, estudiante de Sociología, reconoce que se viste así para diferenciarse del resto, «aunque siempre te ponen etiquetas». Melanio Escobar, un joven punk quien además es redactor del semanario Urbe, coincide: «Lo que buscamos es no formar parte del mismo rebaño». 

    Los estilos entre los punk son amplios y de estéticas diversas. Gustavo Hontoria, estudiante de Derecho, cuenta que escucha más punk californiano y que eso se nota en su propio gusto estético. El lleva capris camuflados, zapatos a cuadros y una chemise naranja. «Los neo punk nos vestimos con colores alegres, y la música habla más de contenido social. Pero todos saben que sus looks crean etiquetas sociales. «Mucha gente nos tacha de vagos por como vestimos», acota Dayana Rodríguez, una chica punk que estudia Comercio Exterior. 

    Son portadores de una estética anticapitalista y anticomercial. Muchos intervienen su propia ropa, mandan a estampar sus franelas o usan las piezas a su modo y con su estilo. «Los punk creemos en el antiimperialismo, apoyamos más el individualismo que lo que está fabricado para las masas», sentencia Escobar.