Hemos, desde las ONG, trabajado muy duro para abrir canales de comunicación, interacción e incidencia en el ámbito social y de derechos como para que la elite política siga violando al pais, para que sigan destruyéndolo y derrotando cualquier tipo de avance posible para el recobro de la Republica y la democracia. Han sido días de reflexión, e internalización, sobre el porvenir y lo que estamos, como venezolanos, por enfrentar.
El panorama es oscuro y desalentador, por un lado estamos sometidos por una dictadura que en flagrancia les hemos visto cometer los crimenes más aterradores, que en un país con ley, solo uno de ellos sería suficiente para sacudirles y que cambien el poder por una celda. Al mismo tiempo, tenemos una oposición, al menos una fracción grande y de poder, que no quiere contrarrestar esto, que mas bien busca la colaboración, la cohabitación y su momento «político» para que con alianzas sucias puedan asumir su cuota en el status quo que desgobierna. Los ejemplos de esto, el fraude de las elecciones, los 4 gobernadores de AD arrodillados ante la ilegítima Constituyente, un zorro viejo como Henry Ramos Allup, con más paja en el rabo que canas en la cabeza, que necesita de pactos para permanecer a flote y que aunque nos compró con frases célebres, nos perdió con su actuar rastrero y de poca lealtad al momento histórico que atravesamos.
Aun y cuando, todo esto se nos viene encima como una avalancha, aun y cuando pareciera no tener una solución rápida, clara y efectiva, aun y cuando todo nos parezca tan duro e imposible, es el momento de actuar, de sumarnos y alzar nuestras voces unidas nuevamente. No para impulsar a un político o el otro, sino, para impulsarnos a nosotros mismos, los ciudadanos, desde la Constitución, desde lo que es correcto, desde nuestros principios innegociables, desde la lealtad por sobre la traición. No podemos permitir que los golpes de la elite mancillen el rostro de los sufridos, seremos los nadie pero somos el todo y ellos lo saben. Sin militancia, sin arrastre no existen, no son, no serán. Usemos nuestro poder para unirnos contra todo aquel que dañe la nación y solo demos nuestra mano a quien comparta nuestro objetivo: La libertad. Invito, a todo aquel que quiera una Venezuela libre, que dé un paso al frente y desde todos los espacios que ocupamos seamos artífices de un nuevo movimiento nacional por la democracia y de respeto a los DDHH. Los buenos somos más, es hora de que hagamos más ruido que estas basuras que se ríen sobre nuestras lágrimas y luchemos juntos por la paz que tanto anhelamos y por la cual tantos han muerto. Vamos, que si podemos.